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miércoles, 16 de septiembre de 2009

SIGUEN SIN GANAR

El Atlético demostró ante el Apoel que esta temporada le va a tocar sufrir mucho. Los chipriotas se presentaban como el remedio ideal para salir de la crisis en la que se encontraba sumido el conjunto rojiblanco tras su pésimo inicio liguero, pero sólo agravó la enfermedad. Los de Abel no juegan a nada y si encima sus estiletes no tienen el día, se convierten en un equipo vulgar, incapaz de ganar a un equipo chipriota que tendría difícil estar en la Liga Adelante.

Los primeros 45 minutos del equipo rojiblanco pasarán a la historia como los más lamentables que se recuerdan. Ni una sola combinación en el mediocampo, donde Cléber y Paulo Assunçao no eran capaces de controlar el encuentro, Simao estaba desaparecido y sólo la calidad de Jurado mantenía la vergüenza torera para los locales. Arriba el 'Kun' se pegaba con la zaga chipriota sin éxito y Forlán no entraba en juego. Y atrás los agujeros de siempre.

De esas lagunas defensivas se pudo aprovechar el Apoel para poner el Calderón patas arriba, pero Charalambidis, un 'amigo' para el Atlético, disparó contra Asenjo cuando se encontraba solo dentro del área con todo para adelantar a su equipo.

El Apoel no se creía lo que estaba haciendo. Los chipriotas dominaban el choque sin que el Atlético pudiera contrarrestarlo, aunque sólo el miedo al triunfo les hizo perder una ocasión histórica. Mientras tanto el Atlético se encomendaba a Jurado y Agüero. El primero le puso un buen balón al 'Kun', que la echó fuera. Y minutos después el argentino se llevó a trancas y barrancas un balón ante tres rivales, pero se topó con Chiotis, que empezaba a hacer de las suyas. Otra parada del meta visitante en un autopase de Jurado dentro del área ponía punto y final a las ocasiones del Atlético en la primera mitad.

Pero aún hubo tiempo para otro susto. De nuevo Charalambidis le perdonó la vida al Atlético a cuatro minutos del descanso. Un balón cruzado desde la derecha acabó en el segundo palo sin que nadie lo evitara y ahí estaba el delantero para echarla fuera con toda la portería para él. Un fallo de Champions.

Abel acabó recurriendo a Maxi por un desacertado Cléber y el equipo lo notó. También contribuyó el hecho de que los chipriotas se echaron más atrás y permitieron el bombardeo rojiblanco. Las ocasiones, inevitables, empezaron a llegar, pero ahí surgió la figura de un espectacular Chiotis.

Jurado lo intentó con la derecha pegado al palo, pero apareció el meta chipriota. Forlán comenzó su asalto con un zurdazo que también despejó el portero visitante volando al lado de su larguero. Simao lanzó una falta que se envenenó, pero que también acabó siendo despejada por Chiotis.
Chiotis evitó cinco goles cantados y Forlán estrelló un balón en la cruceta.

Y cuando no llegaba el meta chipriota, era la mala suerte la que se cebaba con el Atlético y, en especial, con Forlán, que primero lo intentó de falta antes de que se colocara la barrera y el balón salió lamiendo el palo y posteriormente estrelló en la cruceta un obús con la zurda.

Pero no había juego, todo eran arreones. Está claro que la mayor calidad de los futbolistas rojiblancos podía decidir en cualquier momento, pero no existía un dominio basado en el toque sino en la inferioridad chipriota, el cansancio y el stress acumulado por verse tan cerca de lograr el objetivo de puntuar. Objetivo que pudo difuminarse en la prolongación cuando Forlán soltó otro obús con la zurda y que, cuando se colaba, volvió a encontrarse con un excepcional Chiotis, que voló con su mano en alto para evitar el gol.

Era el último intento por evitar el desastre que culmina el lamentable inicio de temporada rojiblanco que puede tocar fondo en la temida visita al Camp Nou el próximo sábado.

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